Escocia está llena de leyendas, y si hay una famosa esa es la del lago Ness y su habitante más mediático, Nessie, ese ser fabuloso mitad reptil o pez que ha levantado regueros de tinta y de investigación desde que se empezó a hablar de él, allá por el siglo VI. Desde entonces son muchos los que aseguran haber visto al “monstruo”, que supuestamente mora bajo las aguas situadas a pocos kilómetros de la capital de las Highlands, Inverness, la ciudad más al norte de todo el Reino Unido.
Los rumores de un presunto gran animal o monstruo que mora en el lago han circulado durante siglos, aunque la precisión, credibilidad y veracidad de tales historias siempre se ha cuestionado. La referencia más antigua conocida sobre una misteriosa criatura presente en el río y el lago Ness, se encontraría en la Vida de San Columba (Vita Columbae, un texto del siglo VII), donde se describe que en el año 565 San Columba (521-597) habría salvado a alguien que supuestamente estaba siendo atacado por un animal en el lago. También existen antiguas leyendas locales sobre unos míticos caballos acuáticos llamados kelpies que habitarían en las profundidades de este lago.
La primera descripción moderna sucedió en 1868, en un artículo publicado ese año en el Inverness Courier. Ahí se hacían eco de los rumores acerca de la existencia de un “pez enorme u otra criatura” en la profundidad de las aguas.
Ya en el siglo XX, las noticias y avistamientos parecen sucederse, especialmente a partir de la década de los treinta. El citado Inverness Courier publica otro artículo sobre la hipótesis del “monstruo”, como se le empezó a llamar, con la versión de una pareja local que afirmaba haber visto “un enorme animal rodando y hundiéndose en la superficie”.
Al principio se barajó la idea de que Nessie fuese un plesiosaurio, una criatura acuática prehistórica que, por alguna extraña razón, no se habría extinguido como sus congéneres, algo difícilmente verosímil. También se habló de la presencia de enormes esturiones, de efectos de distorsiones de luz o, sencillamente, de grandes troncos a la deriva.
Las afamadas fotografías de la criatura resultaron ser todas, de un modo u otro, engañosas, basadas en trucos o manipulaciones según el momento. Estudios más recientes hablan de que los protagonistas de los supuestos avistamientos del monstruo del lago Ness pueden ser en realidad anguilas gigantes. No obstante, la leyenda forma parte del imaginario colectivo de todo el mundo. La lógica hace creer que Nessie no existe pero sí la belleza del lago, el segundo más grande de toda Escocia, con 36 kilómetros de longitud y menos de 3 kilómetros de ancho. Es también el más profundo del país, puesto que llega a superar los 200 metros en su punto más hondo.
Además de su impresionante naturaleza, la leyenda asociada al lago atrae cada año a miles de visitantes a esta parte de Escocia. El monstruo emerge lo suficiente para seguir apareciendo en los medios de comunicación de manera periódica. Nessie ha creado un encendido debate entre los defensores y los contrarios a su existencia. Y parece que la historia es lo suficientemente interesante para hacerlo y mantenerla.