Saber qué ocurre en nuestro cerebro tras la muerte es algo que muy pronto podría resolverse.
¿Qué ocurre en nuestro cerebro tras la muerte?
Este gran misterio podría tener solución muy pronto gracias a los grandes avances, en materia de neurobiología, que ha realizado un equipo de neurólogos del Hospital Charité-Universitätsmedizin Berlín (Alemania) y de la Universidad de Cincinnati (Estados Unidos).
Su investigación se titula: «Despolarización de la difusión terminal y el silencio eléctrico en la muerte de la corteza cerebral humana», publicado en la revista Annals of Neurology. Esta investigación nos proporcionará mucha información (y muy relevante), sobre qué le ocurre a nuestro cerebro en el momento de la muerte.
Este estudio podría considerarse un avance por partída doble, ya que gracias a ellos hemos podido conocer que: El cerebro genera una onda de actividad eléctrica justo unos minutos después del paro cardíaco (conciencia activa-cuerpo inactivo) que han bautizado como «tsunami cerebral» y han constatado que, después de dicha onda, la muerte es irreversible.
Hasta este momento, únicamente, se tenían estudios de experimentación con animales realizados a lo largo del siglo XX. Los investigadores tenían la necesidad de saber qué es lo que ocurría realmente con el cerebro humano y conocer todos los detalles que englobaban este proceso, el cual, estaba plagado de dudas.
¿Cómo ha sido posible?
Los científicos trabajaron con pacientes que habían sufrido graves accidentes, por lo que existía orden de no resucitarlos. Durante el tiempo de su investigación, los neurólogos descubrieron que, tanto los cerebros de los humanos como los cerebros de los animales, se comportan de una manera similar ante su defunción. Además, también descubrieron que hay un periodo en el que la restauración del funcionamiento de este órgano es, de forma hipotética, posible.
Monitorearon la actividad neurológica cerebral de los pacientes, encontrando, en 8 de cada 9, un movimiento de células cerebrales que intentaban activar de nuevo las funciones vitales.
Una vez que las neuronas no detectaban oxígeno en el torrente sanguíneo intentaban acumular el que ya tenían y utilizar sus reservas para mantenerse vivas mientras esperan un retorno de oxígeno inexistente. Este momento se denomina «depresión no dispersa».
El siguiente punto es la «Despolarización de difusión» (SD) o «Tsunami cerebral» donde el equilibrio electroquímico que todavía mantenía vivas las células del cerebro colapsa y se destruye. Este fenómeno se ha llegado a dar cinco minutos después de que el corazón se parase, sin latido, lo que implica que las células cerebrales siguen trabajando una vez el cuerpo lo ha dejado de hacer.
También se observó que cuando los niveles de oxígeno caían precipitadamente, la actividad eléctrica se silencia y, justo después, les llega el momento de la defunción.
Sin duda un gran avance que, a lo largo del tiempo, nos permitirá ir despejando todos esos misterios que van ligados a la muerte.
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