Al igual que nos beneficiamos de tener un apoyo cuando estamos en un proceso de duelo, también queremos apoyar a otras personas cercanas que están experimentando el duelo. Es compasivo y saludable estar al lado de amigos y familiares, colegas y conocidos que están atravesando un duelo tras una pérdida.
Sin embargo, puede parecer un reto apoyar a nuestros seres queridos cuando:
- Sentimos intensamente la fatiga por compasión o agotamiento.
- Estamos nosotros mismos sufriendo la pérdida de un ser querido.
- Estamos luchando por mantener el equilibrio emocional debido al estrés familiar o laboral
- Somos la persona a la que acuden todos los miembros de nuestra familia o grupo social.
Apoyar a otras personas que están de duelo es una labor importante, pero nunca debe hacerse a expensas de apoyarnos a nosotros mismos. Si está buscando formas de equilibrar el cuidado personal con el apoyo a los que están de duelo, los siguientes principios pueden ayudarte a hacerlo:
Págate a tí mismo primero
Una estrategia común en la gestión del dinero es «pagarte a tí mismo primero». Es decir, antes de destinar tus ingresos a las facturas o a los lujos, uno debe poner primero alguna cantidad en una forma de ahorro. Del mismo modo, considera la cantidad de empatía y energía que tienes en un momento dado. ¿Qué puedes permitirte dar a ti mismo antes de empezar a presupuestar tu apoyo a los demás?Programa tiempo para priorizar tanto tus propias necesidades de duelo como tu propio bienestar y recuerda que no son actividades mutuamente excluyentes. Este tipo de auto cuidado intencionado tiene varios beneficios: En primer lugar, reducirá el riesgo de desarrollar fatiga por compasión al apoyar a otros. Y además, mejorará tu salud física y emocional.
Mantén tu propio sistema con el que te puedas apoyar
Las personas que sienten satisfacción al dar apoyo a los demás son casi siempre las que tienen buenos apoyos en sus propias vidas y entienden que no pueden sacrificar uno por el otro. Recuerda que tu también eres merecedor de un oído empático y una validación emocional; de hecho, mantener una red de apoyo significa que estarás mejor preparado para ayudar a tus seres queridos sin fatigarte por compasión, abrumarse o irritarse.
El centro de tu sistema de apoyo eres tú. Asegúrate de que realizas diariamente actos que promueven tu salud y bienestar, permiten la relajación y fomentan la autosatisfacción. Aunque para muchos de nosotros este principio puede ser un reto, esfuérzate por lograr un equilibrio entre el apoyo a los demás y a ti mismo. Esto te beneficiará a ti directamente, e indirectamente, a través de la atención más centrada y decidida que podrás ofrecer a los demás.
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