La cremación o incineración es un alternativa cada vez más utilizada en la actualidad cuando un ser querido fallece. Sin embargo, decidir qué hacer con las cenizas puede ser una decisión complicada, sobre todo si éste no ha mencionado ningún deseo expreso al respecto. En caso de que lo haya hecho, lo mejor es intentar respetar su voluntad. Lo más importante es tener claro que no es necesario hacerlo en el momento, ya que las cenizas las puedes conservar en una urna y tomar la decisión más adelante. Te contamos algunas de las opciones más utilizadas.
Depositarlas en un nicho o columbario
Es la opción más tradicional, y la única aceptada por la Iglesia Católica. Por lo tanto, es la mejor idea si eres católico practicante o si lo era el difunto. De esta forma, siempre tendrás siempre un lugar al que poder ir a visitarlo o para dejar flores en fechas señaladas.
Los columbarios son nichos específicos en los que se pueden depositar las urnas cinerarias. Para poder hacerlo, el cementerio solicita la carta de acreditación de cenizas, que te habremos entregado en Pompas Funebres de Arosa tras llevar a cabo la cremación y en la que aparecen los datos personales del fallecido y la hora y lugar de la cremación. Además, habitualmente también deberás presentar la partida literal de defunción.
Guardar una muestra en el interior de una joya
Una buena forma de llevar a nuestro ser querido siempre con nosotros es guardar una pequeña porción de sus cenizas en una joya creada para tal fin. De esta manera, también es posible repartirlas entre varios familiares e, incluso, es compatible con otras opciones, como depositar las cenizas en un relicario. Incluso existe ya la posibilidad de crear joyas cerámicas a partir de las cenizas.
Crear un diamante
Es una de las técnicas más llamativas y novedosas, pese a que ya lleva varios años llevándose a cabo y su demanda es cada vez mayor. Consiste en purificar al máximo las cenizas para extraer el carbono de las mismas y, a continuación, someterlas a u proceso de altas presiones y temperaturas para generar el diamante. Podrás engarzarlo en una joya o conservarlo tal cual. Una bonita forma de rendir tributo a nuestros seres queridos.
Esparcir las cenizas
En España, el código jurídico expresa que está completamente prohibido esparcir las cenizas de un fallecido en la vía pública, pero sí que se puede hacer en otros sitios. Una opción es tirarlas al mar, si bien no es fácil conseguir los permisos necesarios para hacerlo. Lo que debes hacer es dirigirte a la Dirección General de la Marina Mercante, un organismo dependiente del Ministerio de Fomento. Una vez obtenido este permiso especial, deberás utilizar una urna biodegradable, ya que no es posible esparcirlas directamente al agua o hacerlo en una urna convencional.
Utilizando una urna biodegradable también podrás optar por plantar un árbol. Eso sí, debe de ser en un jardín o espacio privado, pero es una opción perfecta para tener un lugar al que ir que te recordará siempre a esa persona querida. Aunque cada vez hay más cementerios que cuentan con espacios verdes para esparcir las cenizas de los fallecidos, aún no es posible encontrarlos en todos.
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